sábado, 10 de enero de 2009

Estruendo


Hace unas semanas os hablamos de la duermevela. Hace no tantos día que no logramos entrar en ella porque, cuando cerramos los ojos, siempre nos despiertan las bombas.

Este es un mundo enfermo. Definitivamente enfermo. Esta es una de esas noches en las que lees cosas o ves cosas y de repente te sientes manchado de sangre. Y los tímpanos se agitan por el estruendo. Deben ser ellos, los mismos malnacidos que vuelven con su guadaña para juzgar el mundo de los vivos. Y los muertos son siempre políticos, o son víctimas colaterales. ¿Cómo pueden ser muertos políticos aquellos que ni siquiera saben aún lo que significa la política? ¿Cómo podeis asesinar a aquellos a quien ya despojasteis de identidad, a aquellos que tirasteis de SU tierra? La sangre corre como corren los pretextos, mientras los cobardes se tapan los oidos y son cómplices por su mutismo. Y que no digan que matan en nombre de Dios. Si quieren ver un dios, que se miren al espejo, y que escupan después.

Y siguen los estruendos, y el silencio se convierte en el tesoro más preciado en Gaza.

1 comentario:

Unknown dijo...

Solo las palabras que suenan tan bien como las tuyas tienen derecho a romper el silencio.

un beso desde lyon