¿Edukadores en Valencia?

Valencia, momentos antes de caer la noche

En 2004 se estranaba Los Edukadores, una curiosa película alemana protagonizada por Daniel Bruhl en la que unos jóvenes entraban cada noche en una casa de la ciudad, previamente bien observada y perteneciente siempre a personas de la alta burguesía, y se dedicaban desordenar su interior convirtiendo cada habitación en un pequeño caos. Lo llamativo es que no se llevaban nada y dejaban siempre un lema: “Sus días de abundancia están contados”. El escenario de la película es Berlín, aunque bien podría trasladarse a la Valencia actual, conocidos los últimos acontecimentos que tienen en vilo a la ciudad...

Actúan por las noches, cuando toda la ciudad ya ha sucumbido al sueño. Se mueven entre sombras y nadie ha conseguido verlos todavía, aunque los rumores sobre su identidad se propagan como la pólvora. Hablamos de ellos en plural, pero lo cierto es que la policía no descarta que se trate de un solo individuo. Sea como sea, algo está alterando la noche valenciana y no es el botellón de los jueves.

Esta mañana hemos conocido el último caso. Alguien entró anoche en el domicilio de Carles Mateu, conseller de educación en el gobierno de la Generalitat. Mientras los dueños de la propiedad dormían, los asaltantes cambiaron los muebles de sitio y revolvieron todo lo que había en el interior de la propiedad. El modo operativo ha sido exactamente el mismo en los tres casos que han precedido al de la última noche. Nunca se llevan nada y siempre actúan con los propietarios en el interior de la vivienda. Consiguen que no se despierten gracias a un sedante.

Poco más se puede saber de la identidad de estos "merodeadores", como se les empieza a llamar en la calle, ya que el secretismo por parte de la policía va en aumento al ritmo que aumenta el número de viviendas asaltadas.

Los objetivos pertenecen a altas esferas de la economía o de la política de la ciudad, y tres de ellos comparten un rasgo significativo: han sido o están siendo investigados por la justicia por diversos casos de corrupción. Según hemos podido saber en cada casa asaltada dejan un recorte de periódico en el que aparece la noticia de la investigación abierta hacia el sujeto en cuestión.

No ha ocurrido de la misma manera con el conseller de educación, qien no está siendo investigado, si bien es cierto que en las últimas semanas ha sido acusado en diversos medios de comunciación de irregularidades en su gestión.

De momento, el halo de misterio que envuelve este fenómeno va en aumento a medida que se reproducen los casos y la policía no ofrece más datos. Entre los ciudadanos se habla de una banda organizada, de peligrosos criminales que no dejan rastro, incluso se acusa a algunos grupos juveniles con ideología de izquierdas de estar detrás de todo esto. Por otro lado, para los que creen en superhéroes, existe una corriente que habla de un Robin Hood en pleno siglo XXI, saltando entre edificios, moviéndose con el sigilo de un gato, mientras Valencia se acurruca en la madrugada.

Vuelve el espíritu adolescente

Pasaban cinco minutos de la hora prevista cuando se apagaron las luces. En ese momento y sin petición previa, la sala guardó silecio. Todas las miradas se dirigían hacia algún punto del escenario en el que, en cualquier momento, se tendría que hacer la luz. Pero nada se iluminó; antes que la luz, se hizo el sonido. Uno de los riffs más famosos de la historia rompía el silencio sepulcral en el Paramount Theatre de Seattle. Sonaron los instrumentos pero ni rastro de los protagonistas. Hasta que una voz rota irrumpió con fuerza desde el centro del escenario “Load your guns and bring your friends…”, y al segundo, los allí congregados daban por finalizado el pacto de silencio y pasaban a un estado de euforia colectiva que duraría cerca de dos horas.

Nirvana reapareció ayer en casa, tras más de quince años de silencio, y lo hizo para reivindicarse como la banda que encumbró el grunge, el movimiento con mayor calado entre los jóvenes de finales de los ochenta y principios de los noventa. Kurt Cobain, el héroe de toda una generación que vestía camisas a cuadros y mostraba su desdén por la sociedad, tomó la voz apenas unos segundos: “señoras y señores, recuerden estos nombres, quizás les suenen: Chris Novoselic, David Grohl, y quien les habla, Kurt Cobain. Somos Nirvana…”. Y acto seguido volvió la catarsis cuando tronó el estribillo de Smells like teen Spirit.

La broma del líder al presentar al grupo ponía de manifiesto las intenciones de la banda: volver a empezar. Atrás quedaron las depresiones continuas, los problemas en la banda y los intentos de suicidio su líder que llevaron a la disolución del grupo en 1993. Poco se conocía entonces del atormentado Cobain, quien antes las cámaras solía mostrar su cara más frívola. Atrás quedaron también adicciones, la tormentosa relación con Courtney Love y salir colocado ante los medios. Kurt Cobain se convirtió casi en leyenda después de su desaparición de los escenarios, poco se supo de él durante los años que sucedieron a la desaparición del grupo. Cuenta el propio Cobain que tuvo que bucear en sus propias miserias para volver a renacer, “recuperar la empatía con el mundo”, explica. El grupo apareció para rescatarle, para devolverlo al mundo y subirlo al escenario. “Ahora grunge es únicamente nuestras guitarras, nuestras letras, es lo que somos encima de un escenario”, declaraba hace unos días Dave Grohl, quien lidera también la banda Foo Fighters.

Anoche, la pequeña sala donde el grupo congregaba a sus fieles para ofrecerles su versión más auténtica, se impregnó de nuevo del sonido de Seattle. El telón se subió de nuevo para que Cris, Dave y Kurt inundaran cada rincón con su música y su voz sucia y potente, sin adornos. Nirvana en estado puro. Será imposible evitar las sospechas de las causas reales de la vuelta de la banda, por mucho que los tres se empeñen en repetir hasta la saciedad que es “simplemente porque ha llegado el momento de volver, casi de volver a empezar”. Pero lo cierto es que después de lo visto anoche, no quedarán muchos escépticos que se resistan a llenar los estadios para redescubrir a qué huele el espíritu adolescente.

Kurt Cobain, en un momento del concierto

Un vampiro anda suelto

Prepárense, vamos a contar mentiras tralará...

Señoras y señores, ¡vayan con cuidado!

Un vampiro anda suelto por la ciudad de Valencia. Es alto, delgado y blanquecino. Y no, no lleva capa ni tiene manchas de sangre en la comisura de los labios. Se le puede ver de noche y de día, a todas horas está ahí, esperando para poder atacar a sus víctimas.
Se alimenta sobre todo de familias que, hasta su llegada, eran felices. Personas que tenían una casa, una familia, un trabajo...En fin, lo que se puede considerar una vida plena. El vampiro llegó y les mordió, envenenándolos de tal forma que, todavía hoy, agonizan. Y así ha ido extendiendo un virus que por lo que parece es mortal.
Acaba con todo lo que nos rodea, con todo lo que tenemos, hasta que consigue acabar con nosotros mismos.

No pretendo difundir el pánico entre los lectores, pero en estos momentos, deben tener cuidado. Deben vigilar más que nunca sus bolsillos ya que es el primer sitio donde ataca el vampiro. No deben llevar el cuello al aire, son tiempos de moderación, de taparse hasta los ojos para no dejar que nos infecte el virus.
Ahora bien, el mejor antídoto es la precaución. Si yo fuera ustedes invertiría en ajos y crucifijos, por aquello de es mejor prevenir que curar...

¡Ah! Se me ha olvidado decirles cómo se llama el vampiro....Crisum.


PD: Ahora que vamos despacio....

Declaración de intenciones

Amigo lector,

Bienvenido al increíble mundo de las mentiras.

A partir de ahora, todo lo que leas cuando entres en reescribiendoelmundo es pura fantasía. No existirá ni una coma de verdad en todo lo que vamos a contarte... O quizás sí. Lo único que podemos asegurar es nuestro único propósito: reinventar la realidad a nuestro aire, sin ninguna barrera ni condición.

Tampoco tenemos ninguna pretensión moralizante, no aprenderás nada en estas líneas, no hay lección ni moraleja en este ejercicio, solo queremos llegar tan lejos como nuestra imaginación nos permita. Miento, sí que es posible aprender algo de todo lo que encontrarás aquí, esto es, sencillamente, lo que tú quieras aprender. Lo que signifique toda esta historia depende de ti, nosotros solo vamos a escribir lo primero que nos venga en gana.

Es un juego bastante sencillo este, solo hay que respirar un segundo antes de encarar el teclado y dejarse llevar. Pero como somos gente seria pensamos contarte nuestras mentiras tan convencidos de que son reales que, si no fuera porque pensamos que tú también eres una persona seria, amigo lector, estaríamos seguros de conseguir el primer premio a la credibilidad por parte de la audiencia (si es que ese premio existe).

Periodismo en estado puro sobre lo que ni sucede ni es probable que suceda algún día, esa es nuestra carta de presentación. Es posible incluso que nuestras informaciones no sean del todo falsas, pero en ese caso pedimos perdón de antemano, para que no digas que no te lo advertimos.

Dicho queda, esperamos que disfrutes con nuestra locura.


"Olviden todo lo que han aprendido. Empiecen a soñar"