viernes, 14 de noviembre de 2008

El hijo del minero


Ahora toda la Europa futbolística mira con recelo a Valencia. Pocos fuera de aquí están de acuerdo con que el nuevo Balón de Oro se llame David Villa, que no sea máximo goleador de nada ni capitán entre los pequeños héroes que conquistaron Europa allá por junio.

Sinceramente yo no creo en estos premios, los criterios de elección varían de un año a otro y es injusto coronar a un solo jugador en un deporte que se practica en equipo. Aún así, por una vez, me tragaré mis palabras y pasaré completamente de responder a quienes creen que nunca se había cometido una injusticia tan grande con el delfín para el nuevo reinado, el niño mimado por marcas y público. A saber, el archiconocido Cristiano Ronaldo.

Villa no tiene el glamour de las grandes estrellas que ocupan las portadas, no hace anuncios de crema de afeitar ni inventa nuevos regates. No tiene el físico de un atleta, no es el más rápido ni el más fuerte, y no se prodiga en frivolidades que huelen a Channel.

La diferencia entre Villa y el resto es que, siendo bueno -muy bueno- corre cada pelota como si su alma tuviera imán con el cuero. Mientras todos piensan, él corre. Su fútbol es el de patios a rebosar de niños, campos de tierra plagados de guijarros. El abuelo fue picador, allá en la mina, y el padre también, y como la historia se lleva escrita en la piel, el hijo del minero acaba lleno de hollín cada partido. El renacuajo se hizo jugador peleándose con gigantes que lo despreciaban, sin saber que él se desayunaba gigante y medio al día.

Por eso está bien que este deporte, por una vez en muchos años, se reconozca en uno de estos jugadores. Olvidar por un momento el fútbol teatro, el de los primeros planos, el que cambia el arte de lo sencillo por un barroco delirante. La elección de Villa es el triunfo de una clase que ama su trabajo, que armoniza perfectamente con la hierba, la geometría del terreno y las gargantas de los aficionados. En definitva, el triunfo de la esencia del fútbol.

1 comentario:

Decé dijo...

Lo de los poemas del recital poco a poco se irán reuniendo, por aquí tenemos al mayoría. Supongo se pondrán en el blog de l'Assemblea de alguna manera